Examen
de la Cavidad Bucal
El
examen de la cavidad bucal comienza con la inspección de los labios, encías,
dientes, elementos de la cavidad bucal, conducto de stenon (que es por donde
drena la glándula parótida a nivel del segundo molar) y surco
alvéolo lingual.
Inspección
Se observan primero los labios, encías y
dientes. Se indica al paciente que haga muecas y exponga dientes y parte
anterior de las encías. Luego pueden separarse los labios de los dientes
mediante un depresor de lengua. Al mismo tiempo se puede observar la mucosa de
los labios, hay que notar la presencia de mal oclusión, falta de dientes o
higiene dental defectuosa.
Se pide al paciente que habrá bien la boca:
el examinador debe observar cuidadosamente la mucosa bucal. Es esencial para
ello utilizar un depresor de lengua. Obsérvese la abertura del conducto de
stenon en la mucosa bucal; aparece como un hoyuelo minúsculo un poco por debajo
del nivel del segundo molar superior, visible separando la mejilla, se procede
a observar los alveolos a este nivel.
El paciente coloca la punta de la lengua
contra el techo de la boca para exponer el suelo de la misma. Se observa fácilmente
los conductos de wharton, aberturas de las glándulas submaxilares, a cada lado
del frenillo de la lengua, puede verse salir saliva, sobre todo si el suelo de
la boca se seca con una torunda de algodón. Para ver los paladares blando y
duro y la úvula lo mejor es que el paciente incline ligeramente la cabeza hacia
atrás, cualquier anomalía resulta manifiesta.
Ahora se indica al paciente que saque la
lengua y se examina con cuidado su superficie. Hay que observar cuidadosamente
las pupilas circunvaladas de la superficie dorsal y lateral; su hipertrofia es
común y permite simular una neoplasia. El triangulo retro molar, o sea la zona
del borde alveolar a nivel del polo inferior de la amígdala, por detrás del
tercer molar, es asiento frecuente de cáncer.
Palpación
Debe efectuarse simétricamente en pacientes
de más de 50 anos, especialmente en varones, dada la frecuencia de cáncer
bucal. Es absolutamente esencial la presencia de síntomas procedentes de la
cavidad bucal, se observa cualquier lesión o si hay ganglio cervical infartado.
El dedo que palpa ha de protegerse mediante
un dedal de goma o un guante. La suela de la boca se palpa con las dos manos,
al igual que la zona submaxilar. La mucosa bucal se explora entre el índice y
el pulgar, la lengua se percibe manteniéndola fuera de la boca con una mano que
la agarra por la punta y mediante una compresa de gasa, palpando con el pulgar
y el índice. Como la palpación de la base la lengua, amígdalas, hipo faringe y
región del seno piriforme produce reflejo nauseoso.
Lesiones
de la Cavidad Bucal
Más Frecuentes
Ránula: es una tumefacción
quística generada por la obstrucción de la glándula salival,
localizada en el suelo de la boca, de aspecto tenso, de color azulado, indoloro.
Épulis: Pequeño tumor benigno, rojo
violáceo, desarrollado a nivel del reborde alveolar de las encías a
expensas del hueso o de las partes blandas. Puede adoptar el tipo inflamatorio,
vascular o fibroso, contener
meiloplaxas y osificarse
secundariamente.
Lesiones Benignas:
Avitaminosis:
Es la
falta o deficiencia de vitaminas que el organismo requiere normalmente.
Tratamiento
Prolongado de Antibióticos.
Alteraciones
de los Dientes.
Tuberculosis.
Lengua
Geográfica. Es una lesión
que aparece en la superficie dorsal de la lengua y ocasionalmente puede afectar
su borde. Presenta una o varias zonas irregulares de descamación (manchas
perladas), las cuales muestran un borde blanco con una anchura de 1 a 2
milímetros, dentro del cual existe una superficie depapilada de color rojo
vivo, redondeada al comienzo y que permanece corto tiempo en su lugar. Después
sana y aparece en otra área de la lengua. Es decir, da la idea de que emigran,
lo que justifica la denominación de glositis migratoria benigna.
Lengua
Saburral: Está caracterizada por el acumulo excesivo de células de
descamación, restos alimentarios, microorganismos, etc. Se caracteriza por una
lengua cuyo dorso está aumentado de tamaño, es blanquecino, más evidente por la
mañana y sobretodo en pacientes febriles y en enfermedades generales.
Herpes Labial. Esta lesión aguda, aparece en forma de una placa dolorosa elevada de
color rojo redondeada, con costras, nivel de la mucosa del labio su breve
duración y la ausencia de ulceración e induración le caracterizan como herpes
labial común.
Gingivitis:
Es una enfermedad bucal generalmente bacteriana que provoca inflamación y sangrado de las encías, causada por los
restos alimenticios que quedan atrapados entre los dientes.
Lesiones
Malignas:
Leucoplasia: Aparecen al principio en forma de placas blanquecina translucida que reviste la mucosa de lengua o carrillo, pero puede cubrir toda la mucosa intrabucal.
Cáncer de la Lengua: Es el tumor maligno más
frecuente de la cavidad Bucal, aparece en la base de la lengua o a
lo largo de los bordes superficie e inferior, y suele extenderse al suelo de la
boca. Sus características macroscópicas: son las de una ulcera necrótica
induradas, las metástasis son frecuentes y precoces, los ganglios submaxilares
y submentonianos suelen ser los primeros afectados en las lesiones de los dos
tercios anteriores de la lengua, los cervicales profundos se infartan en el
cáncer del tercio posterior de la lengua.
Cáncer de Labios: Se
observa en varones después de los 50 anos. Aparece como interrupción
superficial de la mucosa a nivel de la unión mucocutanea, o como excrecencia
verrugosa. Puede tener aspecto fungoso, pero generalmente se funden como
ulceras indurada, indolora. Las metástasis son tardías. Las lesiones situadas
en el centro del labio suelen invadir los ganglios submentonianos; las situadas
en los lados se difunden primero a los ganglios submaxilares. El labio inferior
es afectado con mucha mayor frecuencia que el superior causado por la irritación
que produce el cigarrillo.
Chancros: La sífilis primaria produce en el labio un nódulo que parece botón, de
consistencia firme e indolora. Si se ulcera, puede simular el cáncer. Casi
siempre están afectados los ganglios linfáticos cervicales superficiales o
submentoniano.
Dientes
de Hutchinson: Son manifestación de
sífilis congénita; en la actualidad constituyen verdadera rareza. Están
afectados los incisivos superiores centrales; la base de cada diente es ancha,
y la superficie de mordedura es estrecha y dentada.
Lesiones
de Orofaringe:
Amigdalitis
Aguda: El principio es brusco con fiebre y dolor
de garganta, las amígdalas están hinchadas y enrojecidas. La superficie suele
estar cubierta de manchas blancas formadas por el exudado que salen de las
criptas amigdalinas.
Amigdalitis
Crónica: Esta puede adoptar formas diversas, a veces
hay hipertrofia de las amígdalas palatinas acompañada de hipertrofia de las
amígdalas faríngea (adenoides) que produce obstrucción nasal parcial y
disminuye le audición.
Abscesos
Peri amigdalinos: en el
absceso peri amigdalino agudo, el paciente tiene dificultad para abrir la boca.
La zona amigdalar esta intensamente edematosa e hinchada. La amígdala afectada
se desplaza hacia el lado opuesto.
Absceso
Retro Faríngeo: El paciente
suele ser un niño. La lesión aparece como protrusión de la pared faríngea
posterior. Debe palparse cualquier proceso inflamatorio sospechoso de esta zona
manteniendo el paciente en posición de trendelenburg.
Glándula
Parótida
Está
localizada delante y debajo del oído externo, detrás del maxilar inferior. El
nervio facial la atraviesa
pero no la inerva. Desemboca en el conducto de stenon frente al segundo molar
superior.
La
inflamación de la glándula se llama parotiditis y el medio diagnostico se llama
sialografía, que es donde se dibuja la glándula para valorar si el conducto de
la glándula está tapado.
Tumores
de la Glándula Parótida:
Benignos: se caracterizan porque hay
aumento de tamaño, no es sensible, es duro, crecimiento lento, poco
móvil.
Malignos: se caracterizan por ser
fijos, de dureza pétrea, invaden el nervio y provocan parálisis facial, adenopatías,
tratamiento rápido y el tratamiento es quirúrgico.
Parotiditis: por inspección, la glándula hipertrofiada
constituye una masa difusa por delante del oído, que se extiende hacia
abajo y atrás hasta el ángulo del maxilar. El conducto stenon aparece edematoso
y enrojecido cuando se separa la mucosa bucal mediante un depresor.
La gandula inflamada puede delimitarse
fácilmente por palpación también puede percibirse la posición distal del
conducto stenon introduciendo el dedo en la boca y palpando la mejilla entre el
índice y pulgar por encima del orificio del conducto. El diagnostico
diferencial entre adenitis pre auricular, adenitis cervical y parotiditis puede
resultar difícil.
Tumores
pleomorfos (combinados) de la parótida: la glándula suele estar crecida difusamente, dura, no sensible y
ligeramente movible. Un tumor pleomorfo de la glándula parótida suele crecer
lentamente, pero muchos alcanzan un tamaño considerable. Aunque es raro que haya
metástasis distante o se comprometa el nervio facial, la lesión debe
considerarse como maligna. Es común observar recurrencias después de una
extirpación incorrecta y que sea progresivamente invasora, causando gran
sufrimiento. El tumor no debe pelearse quirúrgicamente, sino extirparse
en bloque por escisión total del lóbulo superficial de la glándula.
La lesión puede confundirse con un quiste
dermoide si en fase precoz está afectada la parte superficial de la glándula.
Tumor
de warthin: (Cistadenoma papilar linfomatoso): El tumor de warthin es una lesión benigna de la parótida. Es de
crecimiento lento, rara vez llega a ser mayor de 1 a 2 cm, y suele poder
moverse libremente. Las áreas quísticas pueden adherirse a la piel, puede curar
por escisión local amplia y no requiere parotidectomia superficial.
Cáncer
de la Parótida: A veces
no puede distinguirse de un tumor mixto, pero la fijeza y la dureza pétrea
indican carcinoma. La parálisis del séptimo par (facial) constituye excelente
signo diagnostico, ya que se observa en el cáncer y es rara en los tumores
pleomorfo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario