domingo, 15 de julio de 2012

Torax


Es la parte del cuerpo humano que está entre la base del cuello y el diafragma. Contiene a los pulmones, al corazón, a grandes vasos sanguíneos como la arteria aorta (ascendente, arco y descendente), a la vena cava inferior, a la cadena ganglionar simpática de donde salen los asplácnicos, la vena ácigos mayor y menor, al esófago, conducto torácico y su división es el mediastino.

Tiene la forma de cono truncado o pirámide cuadrangular y su pared está formada por las costillas y los músculos intercostales por los lados, que se unen por delante al hueso esternón por medio de los cartílagos costales, y por detrás a la columna vertebral dorsal.

 La función de esta "caja" es la de proteger los órganos internos de traumatismos mecánicos que de otra manera podrían lesionarlos.

 
La caja torácica está formada:

 
Por delante: Esternón, Articulación Esternocostal, Extremidad anterior de las costillas.

 Lateralmente: Arcos costales.

 Por detrás: Vertebras dorsales, articulación costovertebral y extremidad posterior de las costillas.

Hay 12 costillas en cada hemitórax. Ocasionalmente hay costilla supernumerarias dependientes de la séptima vértebra cervical, que ocasionando síntomas compresivos pueden prestarse a falsos diagnósticos con los:

1. Tumores en región supraclavicular.
2. Trastornos circulatorios por compresión de la arteria subclavia.
3. Trastornos nerviosos por compresión del plexo braquial.

Los espacios intercostales son más amplios en la parte anterior del tórax; este detalle reviste importancia cuando estudiamos los derrames pleurales, neumotórax, punciones exploradoras, etc. La arteria mamaria interna se sitúa a media pulgada del esternón, a nivel del segundo y tercer arcos costales. 

En este punto se localiza para ligarla en caso de herida o ruptura. Los vasos y nervios intercostales se alojan en el surco costal (borde inferior de la costilla); a nivel de la línea axilar posterior ocupan una posición media en el espacio, por lo cual existe el peligro de herirlos en las punciones.

A causa de la oblicuidad de las costillas, la extremidad costal anterior se encuentra por debajo de la posterior. En el enfisema, por ejemplo, las costillas adoptan una posición horizontal.

Las vértebras torácicas forman en su conjunto una curvatura de convexidad posterior, a veces ligeramente desviada a la derecha por el mayor uso de la extremidad superior de ese lado o posiblemente por la presión que ejerce la aorta torácica. A cada lado de ellas se encuentran los espacios costo vertebral cuyo fondo lo constituyen las apófisis transversales y la extremidad costal posterior.

 La apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical es muy prominente y sirve de punto de referencia para localizar el resto de la columna dorsal. Las apófisis espinosas de la primera y segunda vértebras dorsales son prominentes también y se relacionan directamente con el cuerpo de su correspondiente vértebra.

 El resto de las apófisis espinosas se dirigen hacia abajo y cada una se relaciona con el cuerpo de la vértebra inmediata inferior, detalle a tener en cuenta para localizar por palpación las zonas afectadas. A partir de la duodécima vértebra dorsal las apófisis espinosas vuelven a horizontalizarse y a relacionarse directamente con su correspondiente cuerpo vertebral.

La caja ósea torácica se encuentra cubierta por fuera, por:

 Formaciones Óseas: Clavículas, Omóplatos
Formaciones Musculares:
 Anterior: Pectorales, Deltoides.

v Posterior: Espinales, Supraespinosos, Infraespinosos, Serrato mayor, Dorsal ancho, Trapecio.

Por dentro, la porción osteomuscular está tapizada por la pleura parietal, la que a nivel de los hilios pulmonares se repliega para cubrir los pulmones, y entonces recibe el nombre de pleura visceral. Entre ambas pleuras existe un espacio virtual, la cavidad pleural. Normalmente ambas pleuras se deslizan una sobre otra, pero en el adulto es común encontrar bandas de adherencias, residuos de antiguos procesos patológicos.

El área determinada entre los pulmones derecho e izquierdo se le llama mediastino.

 Ambas cavidades pleurales se encuentran separadas por el mediastino, que está recubierto por la pleura visceral, la cual recibe el nombre de pleura mediastínica, la que en la porción anterior se refleja formando un espacio potencial que constituye el seno costomediastinal. Igualmente sucede a nivel del diafragma, recubierto también por la pleura, pleura diafragmática, y que al ponerse en contacto con la parietal forman los senos costofrénicos.

 El espacio pleural se encuentra ocupado por una pequeña cantidad de líquido seroso que actúa como lubricante y permite el deslizamiento de ambas hojas pleurales.
 
Cualquier lesión que afecte a la pleura interfiere con ese deslizamiento y provoca una verdadera fricción durante el acto respiratorio.

La pleura visceral recibe inervación del vago y el simpático a través de los filetes pulmonares. No hay sensibilidad dolorosa a este nivel. La pleura parietal además de estos filetes nerviosos también los recibe del frénico y de los intercostales, algunos de los cuales tienen fibras sensibles a los estímulos dolorosos. 

Por esta razón las afecciones que atacan la pleura parietal suelen ser extremadamente dolorosas.

La cúpula diafragmática derecha está situada más alta que la izquierda y rechazada hacia arriba por el lóbulo derecho del hígado.

Los pulmones son estructuras elásticas, esponjosas, que se encuentran fijos al mediastino por el hilio pulmonar, a través del cual entran y salen los vasos arteriales y venosos y los grandes bronquios. A pesar de la elevación diafragmática, el pulmón derecho es más largo y ancho que el izquierdo.

El pulmón izquierdo se divide en dos lóbulos por una profunda cisura que penetra hasta el hilio y se dirige oblicuamente desde la pared posterior por debajo del vértice pulmonar, hacia abajo y adelante, hasta alcanzar el borde anterior. Puede decirse que el lóbulo superior incluye al vértice y gran parte de la porción anterior del pulmón, mientras que el lóbulo inferior comprende la base y la porción posterior del mismo.

El pulmón derecho igualmente está dividido por la cisura en dos grandes lóbulos, pero, además, aparece una cisura adicional que se extiende horizontalmente desde la mitad de la gran cisura, hasta el borde anterior, lo que constituye el lóbulo medio, que junto con el inferior forman la base pulmonar.

Lateralmente, el vértice pulmonar derecho se encuentra en contacto directo con la tráquea, mientras que en el izquierdo se interpone la subclavia. En el lado derecho, la subclavia está por delante del vértice, mientras que en el izquierdo su posición es más medial. En el lado derecho, la vena cava y el tronco braquiocefálico se hallan situados por delante de la porción media del vértice.

Todas estas diferentes relaciones entre los vértices pulmonares y las estructuras que los rodean le confieren características especiales a los signos exploratorios que pueden obtenerse a este nivel, por lo que no son comparables entre sí.

La tráquea se extiende desde el orificio inferior de la laringe hasta su bifurcación a nivel de la segunda articulación condroesternal. En todo su trayecto ocupa la línea media excepto en su extremidad inferior, en que se sitúa ligeramente a la derecha; de aquí que se considere al bronquio derecho como la continuación de la tráquea.

 El bronquio principal derecho es más corto, más ancho y más verticalmente alineado que el izquierdo, razón por la cual la mayor parte de los cuerpos extraños aspirados por la tráquea se localizan en este bronquio.

Aproximadamente la mitad de la tráquea se sitúa en el cuello y la otra mitad en el tórax, donde establece relaciones:

    *     A la derecha: Vena Cava Superior, Vena Ácigos, Nervio Vago.

    *     A la Izquierda: Cayado de la aorta, Nervio recurrente o laríngeo inferior, Arteria subclavia izquierda.

    *     Por delante, a nivel de la bifurcación, se encuentra el nacimiento del cayado de la aorta. Los bronquios se dividen en ramas secundarias, que entran al pulmón en el hilio. El bronquio derecho da lugar a varias ramas: una para el lóbulo superior, rama arterial por originarse por encima de la arteria pulmonar; el resto de las ramas (la del lóbulo medio y la del inferior) nacen por debajo de la arteria y se denominan hiparteriales. El bronquio izquierdo, a su vez, solo da lugar a dos ramas hiparteriales.

El árbol bronquial se divide de esa forma en una serie de ramas correspondientes a segmentos o cuñas de tejido pulmonar denominadas de acuerdo con su proyección.

v Bronquio-tronco derecho: Bronquio del lóbulo superior, Bronquio del lóbulo medio, Bronquio del lóbulo, inferior.

v Bronquio-tronco izquierdo: Bronquio del lóbulo superior, Bronquio del lóbulo inferior.

A su vez cada bronquio-tronco da origen a una serie de ramas que constituyen los bronquios segmentarios, los que sirven como unidades de identificación para la localización exacta de los procesos respiratorios. 

En la actualidad, la clasificación aceptada internacionalmente es la de Foster-Carter, que con algunas modificaciones del lenguaje es la que utilizamos en nuestro medio. De esta forma, el árbol bronquial queda dividido en tres lóbulos para el pulmón derecho: superior, medio e inferior; y dos para el pulmón izquierdo: superior e inferior.
Pulmón Derecho.

Superior: Apical, Posterior, Anterior.
Medio: Superior, Inferior.
Inferior: Apical, Posterior, Medial, Cardiaco, Anterior.

Pulmón Izquierdo.

 Superior: Parte superior: Apico posterior, Anterior.
Parte Inferior: Superior, Inferior.

Los bronquios se siguen estrechando gradualmente hasta bronquiolos y se dirigen hasta dentro de los alvéolos, en los pulmones. Cada rama bronquial se continúa subdividiendo hasta alcanzar los bronquios de 1 mm de diámetro, a cuyo nivel se pierde el cartílago, constituyendo los bronquiolos respiratorios, de los que emergen los conductos alveolares. Cada conducto alveolar origina una serie de sáculos denominados atrios, que son los puntos de origen de los alvéolos o celdas respiratorias. 

El bronquiolo respiratorio, los atrios y los alvéolos, conjuntamente con los vasos sanguíneos, linfáticos y nervios que los rodean, constituyen los lobulillos pulmonares; o sea, las unidades indivisibles del pulmón.

Dentro de estos lobulillos los capilares entran en íntima relación con las paredes alveolares permitiendo el intercambio de los gases de la respiración. 

La irrigación sanguínea del pulmón se deriva de los vasos bronquiales y en cierta forma, de la circulación menor o pulmonar a través de la cual se produce la hematosis, al derivar por la arteria pulmonar la sangre venosa del corazón derecho hacia el pulmón y recoger la sangre oxigenada por las venas pulmonares, para vaciarla en el corazón izquierdo.

 Debe tenerse en cuenta que las arterias bronquiales terminan su recorrido a nivel de los bronquios respiratorios y esta sangre se reintegra por las venas bronquiales sin oxigenarse, lo que es causa de que la saturación arterial siempre sea incompleta. 

La inervación del pulmón se deriva de los nervios vagos y simpáticos. No existen fibras sensitivas dolorosas, por esta razón es común observar procesos pulmonares avanzados sin mayores manifestaciones álgicas.
 El mediastino separa ambos pulmones.

Se encuentra revestido lateralmente por las pleuras parietales; por delante tiene el esternón y por detrás la columna vertebral. Sirve como vía de tránsito a grandes vasos, nervios y órganos de paso como el esófago y la tráquea. Se divide en mediastino superior y mediastino inferior y este último, en anterior, medio y posterior.

 El mediastino superior se extiende desde la apertura torácica superior hasta el ángulo traqueal a nivel de la cuarta vértebra torácica. Contiene la porción inferior de la tráquea, parte del esófago, los restos del timo, el cayado de la aorta y los tres grandes troncos arteriales que de ella emanan; la parte superior de la vena cava, el tronco braquiocefálico y los orígenes de la subclavia, el conducto torácico, el vago, el recurrente laríngeo izquierdo y los nervios frénicos.

El mediastino anterior se extiende desde el ángulo traqueal hasta el diafragma; su límite anterior es el esternón y el posterior es el pericardio; lateralmente, las pleuras parietales. Solo contiene tejido areolar y algunos ganglios linfáticos.

El mediastino medio tiene la misma extensión que el anterior, pero sus límites anterior y posterior los forma el pericardio. Contiene el corazón, la aorta ascendente, los grandes bronquios, las arterias y venas pulmonares, la porción inferior de la vena cava superior y la desembocadura de la vena ácigos. Los nervios frénicos se deslizan entre las hojas del pericardio y la pleura parietal. Numerosos ganglios se encuentran rodeando las estructuras bronquiales.

El mediastino posterior se extiende desde la cuarta vértebra torácica hasta el diafragma, contiene parte del esófago, la aorta descendente, el conducto torácico y las venas ácigos, así como numerosos ganglios. Tan importantes estructuras alojadas en tan pequeño espacio, hacen que cualquier crecimiento anormal (aneurisma, tumores, abscesos, etc.) provoque síntomas muy manifiestos y molestos. 

Los linfáticos desempeñan un gran papel en la diseminación y progreso de gran número de enfermedades, así como en los procesos curativos o de cicatrización, ejemplos: tuberculosis, neumonías bacterianas, etcétera. Sus características son similares a las de los vasos sanguíneos y en su interior se pueden apreciar válvulas que dirigen el flujo de la linfa en determinados sentidos.

 El pulmón dispone de una abundante irrigación linfática que se distribuye entre una red superficial y otra profunda; la primera, a nivel de la pleura visceral y la segunda acompañando a los bronquios, arterias y venas; se comunican entre sí, solo a nivel de la pleura y del hilio pulmonar. La dirección del flujo linfático es de la mayor importancia;  las válvulas permiten circular solo en una dirección.

Aparentemente la circulación de las redes arterial y bronquial es hacia el interior del pulmón hasta los puntos de emergencia de las venas pulmonares, a partir de los cuales las acompañan hasta el hilio pulmonar. No hay linfáticos a nivel de los atrios y alvéolos, sino que estos comienzan a ramificarse a nivel del lobulillo pulmonar en pleno conducto respiratorio. 

A nivel del tejido conectivo existente bajo la pleura y en los espacios intersticiales, son los puntos en que la red profunda se anastomosa con la red superficial, pero en tal forma que las válvulas allí existentes no permiten que la linfa de los espacios pleurales penetre hacia el pulmón y sí la de este último puede pasar a los linfáticos pleurales. 

La red superficial es muy amplia y se extiende por debajo de la pleura visceral; estos vasos se reúnen para formar gruesos troncos que juntos a los provenientes de la red profunda se dirigen a desembocar en los ganglios hiliares. El tejido linfático pulmonar se dispone en forma de: ganglios linfáticos, folículos linfáticos y masas pequeñas de tejido linfoide. Estas estructuras se encuentran diseminadas, pero en líneas generales tienden a confluir en ciertas estructuras, disponiéndose en la siguiente forma, Localizaciones: Peribronquiales, Perivenosas, Periarteriales, Pleurales.

En líneas generales, los ganglios se hallan en los puntos de bifurcación bronquial. La pleura nunca contiene ganglios linfáticos. Las masas pequeñas de tejido linfoide, al igual que los ganglios, actúan como verdaderos filtros de la circulación linfática al acumular fagocitos cargados de material no asimilable por el organismo.

Los componentes del sistema respiratorio comienzan en la nariz y la boca. El aire se inhala a través de la nariz donde se calienta y se filtra, antes de entrar en la tráquea y los bronquios y pasar a los pulmones. 


La tráquea está tapizada con células productoras de mucus, que atrapan el material extraño, y con cilios (proyecciones como pelos finos) que barren el mucus hacia arriba, a través de las vías aéreas. El mucus también se mueve hacia arriba con el reflejo de la tos. Los movimientos ciliares son especialmente más intensos en la bifurcación traqueal o carina, donde la tráquea se ramifica en los bronquios principales derecho e izquierdo.

La respiración es el intercambio gaseoso entre el organismo y el medio que lo rodea. Consiste en absorber  O2 y eliminar CO2. La sangre al pasar por los pulmones absorbe O2 y lo conduce a los tejidos, allí el carbono es oxidado para formar CO2 y el hidrógeno se transforma en agua.

 La sangre transporta el CO2 a los pulmones para  eliminarlo por el aire espirado. Esto constituye la respiración externa o pulmonar.

La respiración interna es un fenómeno que se verifica en el interior de los tejidos, en la cual el hierro de la hemoglobina actúa como catalizador disociando el O2 y haciéndolo aprovechable. 

El sujeto normal necesita 140 mL de O2 por minuto, por metro cuadrado de superficie corporal. La cantidad y calidad de la hemoglobina (Hb) regulan el aporte de O2. Pero la capacidad de oxigenación de la Hb depende también de la composición fisicoquímica de la sangre y de la cantidad de CO2 que contenga.

El funcionamiento normal del sistema respiratorio descansa en la normalidad de los sistemas  muscular y neurológico. La respiración consta de dos tiempos: la inspiración y la espiración. Ambas ocurren como resultado de cambios de presión dentro de los pulmones.

 Los empujes, hacia adentro de los pulmones y hacia afuera de la pared torácica, crean una presión negativa que prevé el colapso de los pulmones. Cuando los pulmones están en reposo, la presión pulmonar es igual a la atmosférica.

Durante la inspiración, el diafragma se contrae y se mueve hacia abajo. Entonces, los intercostales externos empujan las costillas hacia arriba y la presión pulmonar se vuelve negativa, permitiendo que el aire penetre. Cuando los músculos inspiratorios se relajan, la presión pulmonar se positiva y el aire se expele. La inspiración es un proceso activo y se debe a la contracción de:

Los Músculos Inspiradores: Intercostales externos, Escalenos, Serratos, Diafragma.
El diafragma es el músculo principal usado en la respiración y se controla por los nervios frénicos desde la tercera a la quinta vértebra cervical. Los músculos accesorios, como los trapecios, los escalenos y los esternocleidomastoideos se usan durante los esfuerzos inspiratorios extras; los músculos abdominales y los intercostales internos se usan en los esfuerzos espiratorios extras. La espiración es pasiva y producida:

Directamente: Retracción elástica del pulmón, Músculos espiradores: Intercostales internos, Cuadrado dorsal, Triangular del esternón, Porción inferior del serrato mayor.
Indirectamente: Músculos abdominales: Oblicuo mayor, Oblicuo menor, Recto anterior, Transverso.

Durante la respiración se modifican los tres diámetros del tórax: el vertical, el anteroposterior y el transversal. Se debe recordar que hay una pleura visceral y otra parietal (esta última puede ser costal mediastínica y diafragmática) y que la cavidad pleural tiene una presión negativa aproximadamente de 5-6 mm Hg.

La presión negativa intrapleural favorece la circulación pulmonar y el retorno venoso durante la fase inspiratoria. La espiración es un fenómeno pasivo que se produce al terminar la contracción del diafragma. En este momento no actúa ninguna fuerza inspiratoria y la expulsión del aire almacenado en los alvéolos es posible gracias a las fibras elásticas que los rodean a manera de una malla y que al volver a su posición inicial comprimen los sacos alveolares favoreciendo su vaciamiento.

La inspección del Tórax se divide en:

    Estática (en reposo)
    Dinámica (Durante movimientos respiratorios)

Tórax Estático: Se procede para detectar la presencia de deformidades del tórax ya sean adquiridas o congénitas.

Deformidades congénitas del tórax: Tórax acanalado, tórax piramidal, torax piriforme, tórax paralitico, tórax en embudo.

Deformidades adquiridas del tórax: Tórax en la obstrucción nasal crónica, tórax raquítico, tórax en falda, tórax en carena, pectus carinatum, tórax enfisematoso, tórax tuberculoso, tórax pleurítico, empiema crónico, tórax escafoides, tórax de polichinela, tórax telescopado, tórax enfisematoso o en tonel.

La caja se deforma por la híper insuflación permanente en el enfisema pulmonar, con aumento a predominio del diámetro antero posterior desproporcionadamente.

Tórax Cifoescoliótico:


La exageración de la curvatura a concavidad anterior en la columna dorsal (xifosis) habitualmente se combina con la desviación lateral de la misma (escoliosis). Éstas pueden ser congénitas o adquirirse por lesiones óseas como las fracturas vertebrales, o bien como vicio postural.

Anomalía de la piel del tórax:

    Dermografismo blanco o negro
    Latidos arteriales
    Síndrome de la vena cava superior
    Proceso inflamatorio apicales
    Estrías o arañas vasculares
    Edema
    Enfisema
    Empiema
    Atrofia de las partes blandas
    Aumento de los ganglios linfáticos
   Anomalía  del esqueleto óseo:

·         Procesos inflamatorios
·         Nódulos neoplasicos
·         Fracturas

Tipos de Respiración Normal:

FR: al nacer: 44 R/M
5 años: 26 R/M
15-20 años: 20 R/M
20-25 años: 18 R/M
25 A 30 años: 16 R/M
Mayores de 40años: 18 R/M

En la palpación del Sistema Respiratorio podemos encontrar:

Alteraciones de la pared torácica
Resistencia torácica
Expansión torácica
Vibraciones vocales
Vibraciones pleurales

Alteraciones en la Expansión Torácica:

-Bilateral: enfisema pulmonar, fibrosis pulmonar difusa o los derrames pulmonares bilaterales.

-Unilateral: Lesiones extendidas como sínfisis pleural, atelectasia pulmonar unilateral, derrame pleural masivo y neumotórax total.
-Localizada: se limita a una región del tórax. Hallazgo mas frecuente es la Tuberculosis y el cáncer de pulmón.

Frémito pectoral o vocal: aumentan de densidad cuando e parénquima aparece condensado y sin aire, en todos los estados patológicos del pulmón, que conducen a la formación de cavidades, cuando el pulmón subyacente está sometido a un funcionamiento exagerado por suplencia funcional. 

Las vibraciones vocales disminuyen de intensidad: En las lesiones de la laringe, en la ocupación bronquial, por la pérdida de elasticidad de la jaula torácica, por interposición de un obstáculo entre el órgano que vibra y la mano que palpa. Tipos de fremitos, frémito laringotraqueal, frémito bronquial, frémito cavernoso, frémito pleural.

Percusión:

La percusión ayuda a determinar si los tejidos subyacentes están llenos con aire, líquidos o sólidos. La percusión del tórax se efectúa con la técnica universal digito-digital de Gerhardt, excepto en la columna vertebral donde se percute con la técnica unimanual.

Los sonidos obtenidos se caracterizan como:

    *     Sonoridad (resonancia): el ruido es grave y retumbante, como el golpe sobre el parche de un tambor. Corresponde a la mayor parte del tórax, incluyendo el esternón y la columna vertebral.
 
    *     Matidez: seco y apagado, de corta duración. Para conocerlo, el aprendiz puede percutir el muslo o la masa del deltoides. Un punto intermedio entre sonoridad y matidez es la submatidez.
    
    *     Timpanismo: sonido con cierto timbre musical y resonante. Corresponde a grandes cavidades con:

    Ø     Causas de matidez: son la atelectasia, condensación, derrame pleural
    Ø     Causas de hipersonoridad o timpanismo son el neumotórax a tensión, enfisema, relajación del parénquima pulmonar por compresión.


Resonancia:

Sonoridad máxima: regiones infra claviculares y axilares.
Sonoridad mínima: regiones supra espinosas.

Sonoridad media: regiones infra escapulares. Sonoridad en Plano anterior
    Primero y segundo espacios: sonoridad mayor.

    Segundo y tercer espacios en la mujer: submate o mate, por la presencia de las mamas.

    Tercera costilla y tercer espacio izquierdo: submate, por la presencia del corazón.
    Cuarto y quinto espacio derecho: submate, por la presencia del hígado.
    Reborde costal izquierdo: hipersonoro, por la presencia del espacio semilunar de Traube (estómago).

Sonoridad en Plano posterior: Región escapular: la menor sonoridad.
Región interescapulovertebral: sonoridad mayor, Región infra escapular: la sonoridad máxima. Octavo espacio intercostal derecho: submate o mate, por la presencia del hígado.
Sonoridad en Plano lateral: La sonoridad aquí es intensa. En el lado derecho disminuye hacia abajo por el hígado y en el lado izquierdo se hace timpánica por la presencia del estómago y el Ángulo esplénico del colon.

 Percusión de los Huesos del Tórax.

Clavícula. Sonora, menos en el tercio externo por la presencia de masas musculares del hombro. Esternón. Sonora en el manubrio y el cuerpo. Mate en el apéndice xifoides, por la presencia del hígado. Columna vertebral. Sonora desde la vértebra cervical VII hasta la dorsal XI. Tiene valor en las pleuresías, porque desaparece dando un sonido mate. 

En la columna escoliótica aparecen dos áreas de su matidez opuesta a la convexidad lateral de la columna.


Trastornos de la respiración:

 Respiración de cheine stokes: 

Se observan series de respiraciones de profundidad creciente y luego decreciente, después de las cuales el paciente deja de respirar (apnea) durante un periodo variable de 10 a 30 segundo. Se debe fundamentalmente a un aumento de la sensibilidad al dióxido de carbono.

Respiración de kussmaul: 
  


La amplitud y la frecuencia ventilatoria se encuentran aumentadas con un ritmo regular y sostenido, con una espiración de tipo resoplante y prolongado. Se observa en las acidosis metabólicas como la cetoacidosis diabética o la insuficiencia renal.

Respiración de Biot:



Respiración que mantiene cierto ritmo, pero interrumpido por períodos de apnea. Cuando la alteración es más extrema, comprometiendo el ritmo y la amplitud, se llama respiración atáxica. Ambas formas se observan en lesiones graves del sistema nervioso central. Respiración paradójica pone de manera incorrecta el ritmo respiratorio.

Los principales motivos de consulta son:

  Disnea: es una sensación incomoda e incluso penosa derivada de una falta o sed de aire; es una sensación consciente de la necesidad de respirar. La disnea aparece siempre que la demanda ventilatoria no puede ser satisfecha por la capacidad de respuesta del individuo. 

La disnea originada por una afección cardiaca puede manifestarse solo cuando aumentan las demandas metabólicas y en consecuencia el trabajo del corazón por el esfuerzo muscular o la tensión emocional (disnea de esfuerzo), o estar presente aun durante el reposo físico y mental (disnea de reposo) la cual puede ser permanente (disnea continua) o aparecer de manera brusca y episódica (disnea paroxística).

 Dolor Torácico: El dolor isquémico cardiaco o angina de pecho se percibe sobre la zona retroesternal, su intensidad es variable, tiene carácter constrictivo, con sensación de opresión, por lo general se propaga al borde cubital del brazo, el antebrazo y la mano izquierdos, aparece con los esfuerzos o emociones, no se modifica con los cambios de postura y suele desaparecer después de 2 a 5 minutos de reposo. 

Entre los tipos mas comunes de angina están, angina de esfuerzo, angina de decúbito, angina de reposo, angina variante paradójica o de prinzmental. Otra clasificación es decir angina estable e inestable (angina de pecho de resiente comienzo, angina progresiva, síndrome coronario intermedio, angina pos infarto de miocardio y angina variante).

Palpitaciones: Es la percepción de la actividad del corazón, es un hecho relativamente frecuente que se presenta hasta en un 16% de los pacientes, se describe como un cambio en la frecuencia, el ritmo o la fuerza de contracción cardiaca, a veces los pacientes refieren golpeteos, aceleraciones, estremecimiento, irregularidad y aun detención de sus latidos.

Sincope: Es un síntoma que se caracteriza por la perdida súbita y transitoria de la conciencia, asociada con perdida del tono postural, con recuperación espontanea, completa y rápida debida a una hipoperfusion cerebral global transitoria.

Edema: como motivo de consulta, originado por enfermedades del aparato cardiovascular, obedece a dos grandes síndromes, la insuficiencia cardiaca congestiva y la insuficiencia venosa crónica. Si es de origen cardiaco comienza en los pies y los tobillos.

Cianosis: es la coloración azulada de la piel y las mucosas debida a un exceso de hemoglobina reducida en el lecho capilar mayor de 5 g-dl. Se halla presente en forma precoz en las cardiopatías congénitas. Puede ser central y periferica.

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